Además de sus logros militares, Moctezuma I es recordado por su enfoque en el desarrollo cultural y religioso de Tenochtitlán. Impulsó la construcción y decoración de numerosos templos y monumentos, incluido el Templo Mayor, el centro ceremonial más importante de la civilización mexicana.
«Cuando los mexicanos subyugaron a estos pueblos, las estatuas ya eran monumentos, algunos de ellos con más de 1.000 años de antigüedad, y presumiblemente servían como estatuas de culto, que los mexicanos tomaron como botín de guerra», explica Logan.
Aguirre y Marín, quienes también trabajaron con Sofía Benítez Villalobos, especialista en restauración de artefactos, concluyeron que después de ser traídas a Tenochtitlán, las esculturas pasaron por rituales que las transformaron y las incorporaron a la vida religiosa de Tenochtitlán. Señalan rastros de pintura facial que los mexicanos agregaron a las estatuas asociadas con el dios de la lluvia Tláloc.
Además de las esculturas, se presentaron 186 esculturas, entre ellas dos aretes de serpiente de cascabel y un total de 137 cuentas hechas de diversas piedras verdes, acompañadas de arena y 1.942 objetos diferentes del océano entre conchas, caracoles y corales.
Originarias de las costas atlánticas, zona sometida por la Triple Alianza en tiempos de Moctezuma I, las conchas han sido recuperadas y la responsabilidad de determinar su identidad biológica recae en Belem Zúñiga Arellano, integrante de la Alcaldía del Proyecto Templo. un equipo.
El descubrimiento de esta ofrenda se basa en el interés de los arqueólogos por verificar el patrón observado en ofrendas anteriores, específicamente la 18, 19 y 97. Estos consisten en cofres de piedra que fueron enterrados como parte de ofrendas de devoción bajo las cabezas de enormes serpientes en la plataforma del templo. Templo Mayor. Todos estos puntos de vista pueden proporcionar una mejor comprensión de cómo los aztecas veían el Templo Mayor.
“En el náhuatl clásico, estas cajas eran conocidas como tepetlacallide tetelo piedra, y com.petlacalli, una bandeja hecha de esteras. En sus hogares, los mexicanos guardaban sus posesiones más valiosas (plumas finas, joyas y ropa de algodón) en cajas hechas de Betas (Un tipo de palma). Si miramos el Templo Mayor, que representa una montaña sagrada llena de provisiones, podemos imaginar a los sacerdotes guardando en estos “cofres de piedra” los símbolos intrínsecos del agua y la fertilidad: estatuas de dioses de la lluvia, cuentas de piedra verde, conchas y piedras preciosas. piedras. “Caracoles”, explica López Luján.
Para 2024, el alcalde de Proyecto Templo planea solicitar permiso al Consejo de Monumentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, el organismo gubernamental que administra todos los sitios arqueológicos del país, para retirar temporalmente la cabeza de serpiente ubicada en el lado norte de el Templo. alcalde. Es probable que pronto vuelvan a ver la luz más tesoros.
esta fue la historia Publicado originalmente por cableado en español. Traducido y editado por John Newton.
«Estudiante. Aficionado al café. Explorador amigable con los hipster. Emprendedor malvado. Fanático extremo de Internet».